Torah

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Objetivos

El objetivo de Emunah es compartir pensamientos y vivencias relaciónandolos con los preceptos toraicos porque los consideramos vigentes en cualquier tiempo y espacio. Emunah est,a abierta a todos, sean o no sean judíos, sean o no sean practicantes.

La palabra Emunah es hebrea. Designa la confianza total, absoluta en la Bondad Divina y en la capacidad del ser humano para integrarse a este flujo de Bondad y participar en su expresión para mayor gloria del Eterno y de su Creación.

lunes, 20 de octubre de 2008

La Alegría de la Torah

La Alegría de la Torah
B”H
Martes 21 y (en la diáspora) miércoles 22 de Octubre de 2008, que son los días 22 y 23 de Tishrí del año 5769 de la Creación del Mundo por Haqadosh Baruj Hu
De Malcah

Ahora, cuando estamos llegando a la Fiesta de la Clausura, que se celebra un solo día en Eretz Israel, pero dos días en le Diáspora en donde se reserva para el segundo el nombre de Sinjat Torah, que significa Alegría de la Torah, el descanso sagrado que hemos de observar nos proporciona la oportunidad de una última meditación sobre nuestras intenciones y nuestros proyectos para el año que se está iniciando. Como ya mencionamos en una página anterior, querámoslo o no, la interrupción de nuestro ritmo de vida y de trabajo ha acarreado modificaciones, incluso cambios, en nuestras perspectivas y valoraciones de las prioridades en todos los ámbitos de nuestra existencia. Esto constituye un motivo de satisfacción porque nos libero de prejuicios o de viejas ataduras que, no pocas veces son un lastre, porque fueron útiles en un momento determinado pero han dejado de serlo. Una vecina de mis padres siguió ocultando su aparato de radio en un armario durante muchos años después de la guerra y una jovencita que frecuentaba el mismo colegio que mi hermana y yo tardó más de dos años en renunciar a llevar dos de cada una de sus prendas de ropa interior. Recordaba que, durante la guerra, siempre la vestía así su madre, diciendo “¡Cuidado que si llegan los Alemanes y nos cogen, no te dejarán llevar nada contigo!” La pobre chica seguía yendo con dos camisetas, dos braguitas, dos combinaciones etc.
El período de Sucot que es tan largo como los días de Rosh Hashanah y Yom Kipur reunidos, constituye la segunda fase de las celebraciones otoñales y es caracterizado por la orden de dormir en tiendas o cabañuelas, es decir en una morada precaria que puede dejar ver las estrellas, cada una simbolizando una esperanza, o dejar pasar la lluvia que nos muestra cuán inermes somos los seres humanos frente a los llamados “Caprichos” de la Naturaleza. Esta precariedad, además de recordarnos que siempre y para todo dependemos de la Protección divina, nos obliga a meditar sobre la importancia que solemos conceder a las cosas que acumulamos en nuestras casas, pero que no tienen cabida en la sucah. La precariedad de la sucah es su rasgo distintivo. Ella representa la garantía de que no olvidaremos que el camino hacia la Tierra Prometida fue caracterizado precisamente por esta precariedad que, aún siendo bastante angustiosa, deja abierta la puerta de todas las esperanzas y posibilidades. En este aspecto, quienes se han visto en el trance de abandonar un país a toda prisa para huir de una persecución son los más cualificados para ilustrar el simbolismo de la sucah. Un gran número de entre ellos refiere lo mismo: La protección Divina es lo único con lo que se puede contar en último término. La situación es la siguiente: primero crees que te vas a llevar los objetos más valiosos y preciados que posees, pero pronto te das cuenta de que tienes que proceder a una selección. No podrás llevarte todo, porque sería demasiado incómodo y los perseguidores podrían encontrarlos durante un registro y sospecharte de tener otros escondidos… más vale dejarlos a alguien de confianza que, eventualmente, algún día… luego te das cuenta de que la selección es excesiva y dejas más cosas y, al final, dejas todo, porque lo importante es sobrevivir. El Eterno dirá: Estás en la sucah. Ya no existe el pasado, has abandonado Egipto, con la seguridad dolorosa, pero seguridad de la esclavitud. Te marchas sin nada hacia la libertad. Sientes temor, pero también una alegría por poder salvar la vida. Cualquier morada, por precaria que sea, es un palacio. Así estamos en Sucot. La Torah ya nos ha sido dictada y experimentamos un portentoso gozo por disponer de las reglas que nos permitirán siempre estar en comunicación directa con el Amor que Hashem nos profesa. La Torah es el pasaporte para el país de acogida y el modo de empleo de la vida. Con ella estamos a salvo del error y podemos entregarnos sin temor a la alegría de haber sido creados ¡Alegría, alegría!
Ya estamos a punto de penetrar en Eretz Israel. Hoy en día, también, la festividad de aunque la festividad de Sucot parece una mera conmemoración, no tiene por qué serlo. Penetrar en nuestro territorio es, ante todo, reconciliarnos con los santos preceptos, devolverles toda la vigencia que les debemos en nuestra vida. Con esto nos hacemos dignos de la gran bendición de Moshé que es el espléndido poema de amor que nos dedica nuestro gran guía y que precede su ascensión al Monte Nebó donde morirá en un beso del Eterno.
El relato de estos últimos momentos de Moshé es anónimo. Hay quien dice que su autor es Josué. Es probable, pero el hecho de que no venga firmado resulta significativo de la modestia de un hombre que, a imitación de su maestro, cuya tienda se dice que nunca abandonaba, no quiso separarse del conjunto del pueblo en el momento de redactar los últimos versos de la Torah.
El Pentateuco se termina pues con la voz del pueblo entero, unido a su jefe para pronunciar el postrer párrafo de este santo texto cuya última palabra es “Israel”.
El don de la Torah es la fuente de todas las alegrías: Por habérnosla revelado bendecimos a Haqadosh Baruj Hu exclamando con toda la alegría que hincha nuestros corazones: “Bendito Tú, Adonay, Rey del Universo Que nos llenas de júbilo al mantener tu Torah en nuestros corazones.”

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